Ver energía

Recientemente he encontrado un blog con esta entrada y quiero compartirla con todos vosotros.

Ver; no es que sea para un ser ordinario difícil o fácil llegar a esa capacidad de percepción…… ¡Sencillamente es imposible!

¿Cómo entonces pretender ver algo de otra dimensión existencial con los ojos 3d del ser ordinario; del tonal?

Ve el nahual y no el tonal, el tonal es el vehículo que utiliza el nahual para experimentar existencialidad. El nahual es la no-entidad oscura paralela al ser construida de sempiterna supraconciencia.

Los esfuerzos dirigidos a percibir el adimensional mundo del nahual con los ojos del tonal son en vano, eso no es posible. Hay que dirigir el foco de la intencionalidad al lugar adecuado, es como intentar con todas nuestras fuerzas hablar con un perro en ingles y claro eso no funciona, mejor nos ira si nos volvemos conocedores de la manera en cómo estos animales se comunican y utilizar entonces esa manera con ellos para que surja entendimiento. Es recomendable leer el post “visualización creativa” pero con la atención enfocada en este asunto.

Ni pretender observar, tanto y tan concentrado a alguien que desaparezca y se transforme, así  tal cual, en una grande bola luminosa bien resplandeciente. Si es cierto que mucho más adelante del camino de la experiencia en todo esto se acaba el tonal del todo y sucede esto y más, pero no de primeras, por lo menos es poco o muy poco frecuente y menos sin la intervención directa de un nahual, del vril o planterios de poder.

Pero decir que sí que hay una manera inicial en la que se facilita y mucho el acceder a los campos con los que la energía esta encapsulada, de esta forma se consigue dos cosas imprescindibles para la percepción directa, una establecer por vez primera el intento y la otra acabar de una vez con todas las dudas.

Podría decir que es un viejo truco que me enseño la persona con la que el poder me obsequió; más que eso, me regaló para guiarme como maestro por la isla del tonal. Es algo que no falla y es sencillo; tanto, que nunca he conocido a nadie que no le funcionara, si no a la primera, a la segunda y si no a la tercera; es muy fácil.

 

Pasaba con mi para siempre amigo y maestro Juan Carlos uno de aquellos más que agradables atardeceres junto a él, allá en su casa en la sierra, el silencio y el tiempo que se sucedían… eran exquisitos, cuando me hizo ademán para que observara a unas aves en el cielo, tan lejanas estaban que se veían como puntitos planeando bien a lo alto, las miré como flotaban en el aire y me lleno de serenidad su lento vuelo, entonces me dijo que si no veía una grande circunferencia oscura y muy fina que rodeaba a cada uno de estos pájaros.

Tan absorto estaba en su lento flotar en el aire que lo hice sin ponerle mucho énfasis, pero no vi nada, así que continúe con aquella serenidad de observarlos desplazarse en el viento, en un momento recordé su sugerencia y me fijé en uno de ellos, se me ocurrió que en lugar de enfocar la vista en el pájaro enfocarla a su alrededor y si que vi como aparecer un instante ese círculo oscuro, luego apareció otro instante y lo aprecie bien en su totalidad esta vez, era negro diría yo, y más que perfecto, era el circulo mas increíblemente perfecto que jamás pudiera realizar mano o herramienta alguna, me llamó la atención semejante fenómeno visual óptico y le dije a mi amigo: Vaya, mira que ahora si que lo vi, es como gris o negro, es delgado y perfecto, da la sensación de aparecer y desaparecer por instantes, es como una pintada con un compas rodeando al pájaro en un área bastante grande en proporción al pequeño punto central que es el pájaro y entre el pájaro y el circulo solo hay cielo y no mas, ¿tu lo ves así también?, le pregunté, y con aquella sonrisa de perpetua satisfacción me contesto que sí.

Miré al cielo buscando esto otra vez mas, pero desapareció el curioso fenómeno. Me busqué otro ave y nada, pues cambie a otra, esta vez me detuve un momento para acertar en ver el circulo y no el pájaro y ¡si!, allí estaba otra vez el curioso fenómeno, que curioso que es esto, pensaba yo… hasta que ¡zas! Caí de repente en la cuenta, ¡Estaba viendo energía! Y esos eran los dichosos capullos luminosos. Se me abrió la boca involuntariamente, apenas lo podía creer, ¡ahí estaban y estaba por fin viendo energía!. Pero no podía ser, tan sencillo y encima no eran luminosos, ni parecido a eso, ¡eran oscuros! Algo falla en esto pensé yo.

Claro que fallaba algo, desconocía que la energía aparece oscura en una de sus formas de acceso a ella, porque la energía es oscura. Eso me dijo Domingo cuando le fui con la pregunta al caso.

Ya con más experiencia en esto, cuando se accede a esa percepción, extrapolando ese ver a gente, arboles y demás, se aprecia que en realidad es oscuridad brillantísima y que esa circunferencia en realidad es una esfera tridimensional, únicamente hay que hacer los ajustes para cuadrar la percepción y establecer el intento de la percepción de la misma.

A veces es eso, otra son detalles interiores, colores, rayos, decoloraciones, líneas que salen y un bien largo etc.

A veces se ve y otras no, sobre todo al principio de andar con la intentona de arriba para abajo y de aquí para allá, depende de muchas cosas la facilidad, dificultad, posibilidad o imposibilidad. Cuando no se logre pues se abandona y ya está, a otra cosa. Tranquilidad con esto, porque una vez visto una sola esfera, el intento deja su marca para siempre. El dichoso intento… Voy a compartir una historia con ustedes que nos contó Domingo a mi hermano Fran y a mí sobre el intento, con esa historia nos lo explicó, ahora ya veo, que a la perfección, espero y deseo que les guste y sea de su agrado:

“El intento es como prendarse de una guapa chica, observarla con gusto y deleitarse con sus maneras tan bonitas y ser seguidor y admirador de sus hacéres, hasta que un día, a la salida del instituto, acercársele y con responsabilidad y honestidad hacerla sabedora de lo que ocurre, decírselo de manera sobria y ordenada, exponerla nuestra pura intención para con ella, platicarle de la satisfacción de poder tener el gusto de acompañarla junto a sus amigas o de paseo o al cine e irse conociendo mutuamente mejor. Una vez hecho esto nos retiramos muy agusto por haberle compartido nuestro sentimiento y bien tranquilos, porque las palabras, el tono y los modales empleados para con ella, lograron encajar a la perfección con nuestros sentimientos interiores hacia ella y han sido expresados correcta, honesta y adecuadamente.

Ya entonces, para cuando ella nos observe y vea como día tras día, esperamos sonriendo apoyados en una de las paredes de enfrente de la salida del instituto, únicamente para verla un instante al salir de las clases y saludarla brevemente con la mano, ella ya sabrá del porque estamos ahí, sabrá el que y a quien estamos esperando. Llegará entonces los momentos que ella cuente con nuestra presencia, ahí esperando a verla a la salida del instituto y para esos momentos, es entonces cuando finalmente un día se acercará, definitivamente, para platicar con nosotros.”

Una gran historia de amor, verdad, ciertamente lo es, pero aquí no acaba la cosa, ahora tengo que decir que se ha dado el caso de videntes a los que se les ha retirado el ver por años.

Se dan casos que una vez establecido todo el intento de acceder a los campos con los que la energía es encapsulada, un suceso poderoso y final les ha colocado de vuelta al estado de la no videncia. Y es que los dones del que sabe, viaja y ve son en realidad regalos de la Tierra, y quizá la Tierra les retiró el ver porque no eran tales dones, más bien eran intentos finales, forzados y fríos, les faltaba el sentimiento de gratitud, bondad, belleza y fuego interior de cuando son tanto aceptados como entregados estos regalos conscientemente por el alma del mundo. De estas otras formas sería un ver, saber o viajar desprovisto de esas necesarias cualidades para levantar un día el vuelo definitivo gracias al impulso del enorme ser que nos alberga.  Es como si les mandara a intentar de nuevo, esta vez desde otro nivel de conciencia mas pleno y acorde, es en estos casos de retorno en los que se generan los auténticos videntes servidores del Espíritu.

Quisiera terminar la exposición de todo este tema con una información que también nos diera Domingo a este respecto: Para ver capullos luminosos hay que obtener primero permiso por parte de la entidad a ver. Sobre todo en el caso de cuervos, jaguares, tigres, delfines, ballenas, gorilas y caballos. Eso nos dijo.

Vamos a ver qué pasa con esto de obtener permiso por parte de la entidad a ver, que cosa es eso y que significa. Desde luego no se trata de un acto romántico e idiota al igual que como interpretan algunos new-age por ahí sobre pedirle permiso a una planta a la que se le va a quitar la vida; y me pregunto yo: ¿alguien en su sano juicio va a pensar que planta o lo que sea la entidad en cuestión va a decir si a que un fulano que se le aparezca de repente cuchillo en mano y le pregunte qué le parece si le quita la vida, que le responda si o no? Me tiro de los pelos con algunos casos.

Cuando el vidente Don Juan hablaba de esto al aprendiz Carlos se refería a lo único que se puede referir un nahual ante esta necesidad, hablaba de establecer un trato con esta entidad para que esta ante su muerte inminente según el curso natural de la vida de las plantas en cuestión quisiera no llegar a su vejez y a su lento fin inevitable y decidiera integrarse y formar parte de su luminosidad y de su intento para volar conjunto a él por las distintas dimensiones en libertad. Unas plantas acuerdan que sí y otras pues prefieren seguir su curso natural y morir cuando les toque no más.

Pues eso mismo es lo de obtener permiso por parte de la entidad a ver, es sorprendente como algunos seres literalmente se niegan en absoluto a ser atravesados con la percepción hasta llegar a su esencia, es muy curioso como en estos casos la percepción no se da ni tiros, otros sin embargo se abren y cooperan gustosos de que un nahual aprenda con ellos, gracias a ellos y gracias a su colaboración, sobre los misterios de esos instantes de existencia colgados de la eternidad conocidos como capullos o esferas luminosas de energía.

Ver, saber y viajar en realidad son obsequios de la Tierra; del alma del mundo.